Don Caracol ha comprado
un sombrero de tres picos,
una bufanda celeste,
y guantes a sus amigos,
tres días lleva arrastrando
su carga que es muy pesada,
y media hora pensando
como cruzar la calzada,
como camina despacio,
no le da tiempo a cruzar
cuando se abre el semáforo,
¡Pobre Don Caracolón!
No ha tenido otro remedio
que subirse en el zapato
del primer niño que vio.